Soy Rosalita y represento a las mujeres del mar. Nosotras seleccionamos los mejores productos del mar y los convertimos en auténticas joyas gastronómicas para paladares selectivos. Utilizamos procesos artesanales, aplicando años de experiencia, de sabiduría transmitida de unas a otras, de generación en generación.

Con nuestras manos y las de nuestros hombres formamos una cadena desde el origen hasta tu mesa. Manos que navegan, que sostienen cuerdas para recoger los palangres y las cajas, que hacen cada uno de los nudos necesarios para protegerlas. Manos expertas que maquilan y preparan una por una las anchoas, los gambones, las sardinas…

Nuestras manos están comprometidas con el mar que nos alimenta, que nos da la vida. Por eso, decir Rosalita es decir tradición, respeto y sostenibilidad.