SARDINAS EN ACEITE DE OLIVA
Las sardinas en conserva son tan nutritivas y deliciosas como socorridas: no pueden faltar en ninguna casa. Si además son de calidad, son una auténtica joya gastronómica.
Lo primero para hablar de una conserva de calidad es que se prepare con pescado fresco, ¡por supuesto, sin congelar! Así es como las hacemos aquí.
Las mujeres del mar que hacemos las conservas de sardinas de Rosalita estamos en Galicia. Y no es por presumir, pero aquí de pescado bueno sabemos un rato. ¡Te contamos los secretos de las mejores sardinas en conserva!
origen
Las sardinas de las conservas de Rosalita son de la especie Pilchardus, la más apreciada y sabrosa. Se pescan en el Atlántico con la técnica del cerco. Cuando se localiza un banco de sardinas, se lanza la red y el barco hace un giro de 360 grados para cercarlo.
Este método se viene utilizando desde hace muchos años. Ahora los barcos son más grandes y más potentes, y las redes son mejores, pero la técnica ha variado muy poco desde aquellos tiempos.
El sabor de las sardinas del Atlántico es más intenso que las pescadas en el Mediterráneo, porque aquí tenemos aguas más frías y más batidas, y el pescado sale más rico. ¡Están para chuparse los dedos!
origen
Las sardinas de las conservas de Rosalita son de la especie Pilchardus, la más apreciada y sabrosa. Se pescan en el Atlántico con la técnica del cerco. Cuando se localiza un banco de sardinas, se lanza la red y el barco hace un giro de 360 grados para cercarlo.
Este método se viene utilizando desde hace muchos años. Ahora los barcos son más grandes y más potentes, y las redes son mejores, pero la técnica ha variado muy poco desde aquellos tiempos.
El sabor de las sardinas del Atlántico es más intenso que las pescadas en el Mediterráneo, porque aquí tenemos aguas más frías y más batidas, y el pescado sale más rico. ¡Están para chuparse los dedos!
Tradición
Desde hace más de 100 años se preparan en Galicia las sardinas en conserva. Nos encanta que todo el mundo tenga la oportunidad de disfrutarlas en cualquier parte y en cualquier momento del año.
Al enlatar sardinas en aceite se consigue mucho más que preservar el pescado. La sardina se hidrata con el aceite, se mezclan los sabores y empieza un proceso que tiene mucho de alquimia, en la que el resultado final es más que la suma de las partes.
Tradición
Desde hace más de 100 años se preparan en Galicia las sardinas en conserva. Nos encanta que todo el mundo tenga la oportunidad de disfrutarlas en cualquier parte y en cualquier momento del año.
Al enlatar sardinas en aceite se consigue mucho más que preservar el pescado. La sardina se hidrata con el aceite, se mezclan los sabores y empieza un proceso que tiene mucho de alquimia, en la que el resultado final es más que la suma de las partes.
Artesanía
Preparamos estas conservas con sardina fresquísima del Atlántico, que limpiamos a mano una por una. Al mismo tiempo que las limpiamos, seleccionamos las mejores.
Una vez descabezadas y sin espinas, la tostamos de forma muy ligera. Es un proceso tradicional que ablanda su espina y deja su carne con la textura perfecta. Las colocamos en las latas a mano, acomodándolas una a una y las cubrimos de aceite de oliva refinada.
Artesanía
Preparamos estas conservas con sardina fresquísima del Atlántico, que limpiamos a mano una por una. Al mismo tiempo que las limpiamos, seleccionamos las mejores.
Una vez descabezadas y sin espinas, la tostamos de forma muy ligera. Es un proceso tradicional que ablanda su espina y deja su carne con la textura perfecta. Las colocamos en las latas a mano, acomodándolas una a una y las cubrimos de aceite de oliva refinada.
Sabor que
alimenta
¿Sabías que la sardina, un pescado tan humilde, tiene el mismo valor nutricional que el salmón? Y si es en conserva, más todavía.
Las sardinas son una fuente importante de omega 3, los ácidos grasos que fortalecen las neuronas, protegen el corazón y ayudan a controlar el colesterol. También aportan proteínas, vitaminas A, B3, B12, D y E y minerales importantes para la salud, como el fósforo, el yodo y el zinc.
La espina de la sardina en conserva se puede (y se debe comer), ya que se ablanda durante el proceso. Así la sardina en conserva te aporta un extra de vitamina D y hasta el triple de calcio. La conserva mejora las propiedades nutricionales de este pescado, ya de por sí fuente importante de nutrientes.
Sabor que
alimenta
¿Sabías que la sardina, un pescado tan humilde, tiene el mismo valor nutricional que el salmón? Y si es en conserva, más todavía.
Las sardinas son una fuente importante de omega 3, los ácidos grasos que fortalecen las neuronas, protegen el corazón y ayudan a controlar el colesterol. También aportan proteínas, vitaminas A, B3, B12, D y E y minerales importantes para la salud, como el fósforo, el yodo y el zinc.
La espina de la sardina en conserva se puede (y se debe comer), ya que se ablanda durante el proceso. Así la sardina en conserva te aporta un extra de vitamina D y hasta el triple de calcio. La conserva mejora las propiedades nutricionales de este pescado, ya de por sí fuente importante de nutrientes.